Cristina del Valle y Alberto Comesaña o, lo que es lo mismo, Amistades Peligrosas, fue uno de los grupos de pop punteros en la década de los 90. Sus letras atrevidas, el juego sexual entre los dos y la denuncia social que proclamaban, cautivó a toda una generación. Miles de discos vendidos, cientos de conciertos, y en 1995 llegó el tercer álbum, "La profecía", que dio lugar a una nueva etapa. Nos centramos en ese disco, el de más éxito de su intensa carrera.
Hasta "La profecía", los temas de Amistades Peligrosas estaban basados, básicamente, en el amor, sexo y desamor. Fue con este disco con el que nos sorprendieron, llevando sus letras más allá, adoptando en muchas de ellas otra temática más social y de denuncia de temas de actualidad. No es el único cambio que sufrió su música, ya que también encontramos un sonido mucho más rico, una instrumentalización más cuidada y la inclusión de violines, flautas y otros elementos orquestales. Amistades ya no era un grupo pop para adolescentes; la madurez quedó plasmada desde el primer minuto del álbum.
Un disco que se abrió con "Me quedaré solo", también primer single y uno de los mayores éxitos del grupo. Para él eligieron una imagen barroca. El tema, compuesto por Alberto, hablaba del fin de una relación sentimental y, según muchos, lo que le inspiró a la hora de escribir el tema fue el fin de su relación amorosa con Cristina. Una relación que ya había acabado, pero que profesionalmente siguió siendo de lo más fructífera. Los temas de "La profecía" eran brillantes y luminosos, por una parte, y oscuros y angustiosos, por otra. "Angelus" fue el mejor de todos ellos, un tema cuyo origen estuvo en la Biblia y que, a pesar de ser single, pasó un tanto desapercibido. Sí que sonaron más "El príncipe valiente" y "Sacrifícate": La primera era una crítica social, y la segunda un alegato hacia la libertad de amar. "Será" era la balada del disco en la que Cristina lucía su voz en todo su esplendor, una preciosidad de canción.
Fue curioso que el fin de su relación sentimental diera lugar al mejor disco de su carrera, al más maduro y arriesgado en sonido y letras, y al más vendido con casi 400 000 copias en España. El tratar temas como la inmigración, la guerra, el racismo o la homosexualidad, les dio un cambio de tuerca. La portada, fantástica, como si aparecieran en una pintura y con reminiscencias bíblicas y mitológicas, las mismas que forman parte de su música.
Fue una pena que Amistades Peligrosas, un grupo con tanta fuerza y letras tan interesantes, se separara tan pronto. Tras este "La profecía", lanzaron uno más, "Nueva Era", en el que ya la relación estaba bastante caldeada, y que fue el último antes de su disolución. Hubo una vuelta en 2003, pero que no terminó de cuajar, y ahora ambos componentes siguen cantando los temas junto a otros compañeros.
Lo mejor: Letras que impactan, todas ellas con mensajes claros acerca de todo lo que nos rodea: desde el amor hasta la denuncia social. Muy buena instrumentalización y, en general, un buen repertorio.
Lo peor: Los temas de relleno colocados, además, al final del disco...la peor posición posible para este tipo de temas.
Temas a destacar: "Me quedaré solo", "Angelus", "El príncipe valiente", "Sacrifícate", "Será", "Pasos en el túnel".
Frases a destacar: "...Y tú, que ansías controlar mi vida, la paz con guerras son mi día a día", "Penetró en mi una luz, me llamó por mi, allí ante toda la gente, y como un espíritu me llenó de tí, nunca tendremos suficiente sin él", "Sacrifícate, por Dios, que estoy buceando en tu vientre, santifícame, señor, santifícame que yo te doy lo que pides siempre", "De las pocas horas que tuvimos para la vida, de la poca vida que tuvimos para el amor".
Nota que le doy: 8,80. Muy buen disco, de los mejores que hizo este dúo tan bien complementado. Son muchos los dúos que hemos visto, pero pocos con la química de éste, el juego entre ambos, lo bien que les quedaban las voces. Eran algo diferente, y por eso triunfaron. Siendo un grupo que vendió tanto en su momento, no entiendo por qué ahora se les tiene tan olvidados y tan poco valorados.
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