El primer disco del grupo donostiara vio la luz en Mayo del año 1998. Casualidades de la vida hicieron que su primer tema "El 28" se estrenara en las radios, concretamente en Los 40 Principales, el mismo día que "Rosita" de Amaral. No fueron trayectorias paralelas las de estos dos grupos, ya que el éxito les llegó de inmediato a La Oreja de Van Gogh, que vendieron más de 800 000 copias de su álbum debut, mientras que la carrera de Amaral se fue cociendo más poco a poco. Pero no será del grupo maño de quien hablaremos hoy, ya que nos vamos a centrar en ese "Dile al Sol", el comienzo de una carrera imparable: La de La Oreja de Van Gogh.
"Canciones que hablan como tú": Así decia el spot del disco. Y es que "Dile al Sol" nos descubría a un nuevo grupo fresco y juvenil con temas pegadizos y letras que demandaba el público más joven. El pop español se encontraba en su mejor momento, y prueba de ello fueron los pocos meses que hicieron falta para que Amaia, Haritz, Álvaro, Pablo y Xabi colocaran su disco en lo más alto de la lista de ventas. "El 28", aquel autobús que llegaba tarde, y mientras lo esperábamos recordábamos aquel antiguo amor. Así eran sus canciones: sinceras y directas. "Soñaré" dedicada a todos los soñadores, "Cuéntame al oido", el que les dio el éxito aplastante, "Pesadilla" acerca de las ilusiones, "Dile al Sol", "Qué puedo pedir", "El libro", "La estrella y la Luna"....Poco les faltó para sacar como singles todo el disco. Y es que "Dile al Sol" es de los discos que recuerdo que más singles ha tenido en nuestro país, más incluso que "Aidalai" de Mecano o "Palabra de mujer" de Mónica Naranjo.
Amaia enganchaba, se metía al público en el bolsillo, y sus conciertos congrebaban a miles de jóvenes. La clave de su éxito, tal vez, tuvo que ver con la sinceridad y honestidad de sus canciones, porque lo cierto es que el 99 fue su año, con más de 100 conciertos y un nombre importante en el pop español. Lo mejor de todo fue que esto no fue más que el comienzo de todo, ya que con el segundo álbum arrasaron aún más...y con el tercero se comieron Latinoamérica..y con el cuarto ya comenzó la época rara, y al poco Amaia se fue...Y a mí dejaron de interesarme, tanto La Oreja sin Amaia, como Amaia en solitario.
Lo mejor: Pop pegadizo y letras que enganchan. Una Amaia que entonces cantaba bien.
Lo peor: Alguna letra extraña que cuesta entender, sobre todo cuando se ponen en plan filosófico.
Temas a destacar: "El 28", "La estrella y la luna", "Cuéntame al oido", "Soñaré", "Qué puedo pedir".
Frases a destacar: "Llega tarde el 28 y nerviosa miro el reloj. La lluvia conmigo llega un día de pleno sol. A lo lejos aparece el recuerdo de un amor. No me ve, camina ausente, hace mucho que pasó. Empecé a recordar, y paseé por mi mente", "De envidia la luna lloraba al mirar como a la estrella la querían más", "El cielo acostado detuvo al tiempo en el beso, y ese beso a mí en el tiempo", "Era tal el candor que respiraba al mirar, que la luna no, no dejaba de llorar", "Y no dejes que el tiempo arrugue las hojas del libro que te di", "Tanto tiempo escribiendo una historia de amor, y es ahora cuando entiendo el dolor que supone tener que decirte adiós", "Quiero saber si tú también recuerdas algo de aquel café que espero a veces sin entender por qué".
Nota que le doy: 8,00. Un comienzo muy fuerte y bueno para una carrera. Para mí lo mejor fueron sus dos primeros álbums o, al menos, fue cuando más me gustaron. ¡Hasta iba a verlos en concierto! Ahora me parece increíble estar comentando un disco de La Oreja de Van Gogh, grupo que a día de hoy me interesa lo más mínimo pero, sí, he de decir que durante mi adolescencia me gustaron. Lástima que se quedaran por el camino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario