CHRISTINA Y LOS SUBTERRÁNEOS - Mi pequeño animal

Antes de comenzar con la crónica de este disco, he de admitir que siento adoración por Christina Rosenvinge: Ese rostro enigmático y bello, esa misteriosa mujer que convierte cada silencio en algo especial, que hace de cada susurro momento mágico, y que es capaz de dejar con la boca abierta a todo un público que acude a escucharla en directo. Su belleza hispano-danesa no es, para nada, su principal baza para cautivarnos, ya que su calidad musical es innegable."Mi pequeño animal" fue el segundo y último disco que grabó junto a aquella banda de músicos conocidos como "los Subterráneos"...aunque esto siempre lo consideré una estrategia de marketing, ya que ahí no había una auténtica banda detrás de Christina, y ésta era quién componía todos los temas, quien ponía la imagen, mientras que los llamados “Subterráneos” no eran más que una serie de músicos que iban y venían..¿O acaso alguien recuerda quiénes eran?

“Mi pequeño animal” (Noviembre de 1994), grabado a las afueras de París, y de un sonido más crudo que su predecesor, es de esos discos buenos y atemporales que tuvieron la suerte de contar con un productor de peso (Steve Jordan), que creó una unidad entre los temas, y nos dio la Christina más rockera y potente que hemos visto. Sus temas ya suenan muy bien, ella está muy bien de voz, más madura y expresiva. La frágil Christina se convierte en una dura rockera, una mujer de armas tomar, y a mí esa rubia me encanta.

El disco se abre con "Mi habitación", canción que sorprende por su crudeza y que ya adelanta que nos encontramos ante un disco muy distinto de Rosenvinge, más "sucio" y libre de ataduras, en el que la artista se abre a nuevos sonidos en los que parece sentirse cómoda. "Días grandes de Teresa", homenaje a su hermana, es un tema con una cadencia que engancha; "Pálido", el primer single, es quizás el tema más comercial, pero nada reñido con la calidad del mismo; y cerrando el disco dos temas más introspectivos e intimistas que son "Al fin sola, al fin loca", con la colaboración de Andrés Calamaro,  y "Muertos o algo mejor", que abren un camino en la búsqueda de diferentes sonidos y que marcarían lo que serían sus siguientes creaciones. Cabe decir que el tema que da título al disco fue censurado en algunos países latinoamericanos por el contenido erótico del mismo, lo que demuestra la valentía de Christina a la hora de hacer letras arriesgadas. 

Christina ahora admite que este disco supuso el comienzo en que "todo empezó a sonar bien" en su carrera. Este potente álbum dista mucho de sus últimas producciones, mucho más relajadas y elegantes, y que le han dado un mayor reconocimiento. Porque la lástima de este disco fue, precisamente, la poca repercusión que tuvo, y que fue a partir de entonces cuando Christina pasó a ser la artista incomprendida y relegada a segundo plano que tuvo que marcharse a USA años más tarde. Ahora son muchos los que pagan cientos de euros por conseguir esta joya de coleccionismo que fue "Mi pequeño animal". 

Lo mejor: Es un disco de rock femenino, del tan incomprendido en nuestro país, y que a mí me parece una joya por sus letras, su fuerza...¿O acaso las baladas más bonitas no son las de rock? Y es atemporal, da igual que hayan pasado 20 años...se puede encasillar tanto en los 90 como en la música que se hace ahora. 

Lo peor: Nunca entendí por qué repite tanto "una soga por collar" en los textos...ni más ni menos que en 3 canciones creo recordar que repite esta frase...Un dato insignificante, pero curioso teniendo en cuenta lo perfeccionista que es esta mujer con las letras, obsesionada con encontrar palabras y rimas diferentes y no repetirse.  

Temas a destacar: "Pálido", "Días grandes de Teresa", "Alicia", "Flores raras", "Muertos o algo mejor", "Al fin sola, al fin loca"
Frases a destacar: "Todos tus sueños locos esta ciudad se los tragó", "Como tú siempre dices, lo que quema deja cicatrices", "Ahora sé que su corazón estaba blindado, y en cambio el mío era como un tambor aporreado", "Y este idiota se piensa que puede llamarme muñeca , soy capaz de jugar al pin-pon en su cabeza hueca ", "Mis viejos sueños han caducado como una botella de leche, y los nuevos se han perdido sin que nadie los aproveche", "¿Qué habeís hecho conmigo? Era mi noche libre, estrenaba un vestido. Y ahora al despertar me siento tan mal", "Estoy sentada contra la pared buscando diamantes bajo mi piel". 

Nota que le doy:  9,50. Es de mis discos preferidos, y para los que les gusta lo que hace Christina ahora, que no quiten ojo a lo que hacía antes, porque ahí demuestra que siempre ha sido una artista y músico excelente.